4 de Junio 2020
Por Pablo Suárez Moya
Como dijo Luciano Pavarotti, “una de las mejores cosas de la vida es que debemos interrumpir regularmente cualquier labor y concentrarnos en la comida” y si no tenemos que cocinar, mejor.
Ya no hace falta estar bajo el sol de Roma para comer un bucatini all'amatriciana o caminando las calles de Nueva Delhi para disfrutar de un pollo tikka masala, solo necesitas tarjeta de crédito y una aplicación móvil que te permita pedirlo a domicilio. Todo un sueño para los amantes de la comida, o de aquellos que nos encontramos encerrados en casa a causa del COVID19.
Esto ha sido un cambio de juego para productores y consumidores. Ha transformado una industria y ha creado un gran número de empleos formales. Pero esto ha traído algunos retos al momento de garantizar la seguridad y salubridad de los alimentos.
El robo y la manipulación de los alimentos es uno de los principales problemas que se pueden generar cuando se hacen entregas de comida a domicilio. Esto no es una novedad y tampoco una exageración. Es un problema que se ha dado consistentemente desde principio de este servicio.
De acuerdo con un estudio realizado por US Foods, el 54% de los repartidores de alimentos encuestados se sentían tentados por el aroma de la comida y el 28% de ellos afirmaba haber tomado comida de la orden.
Esto es un comportamiento inaceptable, no solo por ser desagradable, también porque pone en riesgo la vida de nuestros consumidores. Así que es imperativo implementar un sistema de seguridad tamper evident que le permita al cliente confirmar que su comida no ha sido manipulada ni hurtada por el repartidor.
Los contagios a través del contacto con los repartidores o de los contenedores son el segundo gran reto al que se enfrentan los restaurantes. Un reto que, en algunos casos, puede convertirse en un problema con consecuencias legales. Por eso, es de vital importancia garantizar la seguridad de los alimentos desde que salen de la cocina hasta que llegan al consumidor.
Si bien, hay múltiples estudios que niegan que el COVID19 se pueda transmitir a través de alimentos preparados, la posibilidad de contagio por vía del repartidor o de los contenedores desechables es una posibilidad por lo que es importante considerar este aspecto. La OMS ha publicado un protocolo para implementar medidas que garanticen que la seguridad de los alimentos, de los empleados y de los consumidores. Si estás interesado en conocer estas disposiciones da click aquí.
Pero esto no es solo para evitarnos problemas legales. El implementar un sistema de seguridad para los productos y un protocolo de comportamiento para los repartidores es una manera de darle tranquilidad a nuestros clientes y cuidar de los más vulnerables durante la crisis sanitaria y la “nueva normalidad”.
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